Yo siempre he querido ser parte de un club de cine como el Studio Film Club que tienen unos amigos en Trinidad y Tobago. Pero eso, obviamente, no es posible cuando uno siempre está viajando desde un lugar a otro cada dos semanas. Por suerte llegue a Medellín, Colombia durante Sin Fronteras, el festival internacional de cine. Junto con mis amigos Jorge, Galo, Juliana, y Diana, fuimos a ver Mooladé, una película muy sencilla y bella de Burkina Faso que se ocupa de temas como la “purificación” de mujeres (ablación femenina), las peleas locales para poder, y la globalización. Pero la belleza de la película viene de las imagenes de la cinematografia y las representaciones de los actrices. La recomiendo a todos.

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Los cinco trabajamos mucho, pero después de salir del cine, Juliana expresó lo que todos estuvimos pensando: “pero, por dios, podemos tomar una cerveza.” Yo tenía cinco meses sin ver los cuatro y me dio mucho gusto saber más de lo que están haciendo.

Estar aquí en Medellín de nuevo me recuerda que no fue fácil decidir a mudarme a Buenos Aires. En Medellín siempre me siento muy comodo, o ‘amañado’, como se dicen acá. Pero ya decidí, y ahora tengo que buscar mi club de cine en Buenos Aires. Parece que Buenos Aires Lado B puede ser un bueno lugar de inicio.