El jueves pasado participé en un encuentro de periodistas y programadores organizado por Gabriel Sama que se llevó a cabo en Telmex Hub, un centro con entrada gratuita donde la gente pueden usar laptops prestados y una conexión de internet abierta. Cada semana hay talleres gratuitos sobre programación, periodismo y negocios. Hubieron muchas presentaciones interesantes, entre ellas: Daniel Moreno Chavez habló de Animal Político, Alma Delia Fuentes y Daniel M. de CNN Mexico dieron unos consejos generales, y Esteban Gutierrez nos explicó como sacar datos públicos de las bases de datos del gobierno mexicano. Yo hablé de la utilidad y la falta de utilidad de Zoom, un motor de búsqueda de solicitudes de información pública en México.
Para empezar con una breve introducción – yo soy estadounidense pero desde junio de este año estoy viviendo aquí en el Distrito Federal. Vivo en Condesa como casi todos mis paisanos. Por 5 años trabajaba en un proyecto que se llama Global Voices que pretende ampliar las voces de bloggers y traducir sus contenidos a más que 20 idiomas. Al principio se enfocaba en los países y temas que no estaban bien representados en los medios tradicionales, pero ahora yo – como muchos otros – no sé como distinguir entre lo que llamamos medios nuevos y medios tradicionales. Después de Global Voices lideré un estudio sobre el impacto de nuevas tecnologías en la trasparencia, participación ciudadana, y rendición de cuentas. Por los últimos 6 meses he estado trabajando como consultor para Open Society Foundations que es más conocido en latinoamérica como el Insituto Open Society o OSI. Soy el consultor de tecnología y medios digitales para dos programas de la fundación – el programa de Latinoamérica y de Información. Como parte de la consultoría mantengo un blog en inglés y español que se puede encontrar en informacióncívica.info.
Pero hoy quiero hablar de la utilidad y la falta de utilidad de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a La Información Pública Gubermental como herramienta periodística. La ley la creación de IFAI fue una iniciativa de Vicente Fox que comenzó en 2002, pero tiene sus raíces en el movimiento estudiantil de 1968 y la matanza en la Plaza de las Tres Culturas. Unos 30 años después y la mayoría de lo que supimos sobre la matanza no vino de documentos del gobierno mexicano sino documentos del gobierno estadounidense que ha tenido una ley de acceso a información pública desde 1966. El diputado Adolfo Aguilar hizo una larga campaña para abrir los archivos sobre la matanza y en 2001 Fox dio acceso a cientos de miles documentos y el próximo año firmó la ley federal de transparencia y creó el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública para asegurar que las agencias del gobierno mexicano confirman con las solicitudes de ciudadanos y periodistas para información pública.
Es bastante sencillo enviar una solicitud. Creo que es más rápido que cambiar el fondo de tu pagina de Twitter. Son sólo cuatro pasos. La cosa más díficil es saber que entidad del gobierno está responsable por los datos que buscas.
En agosto de este año IFAI publicó su informe anual que dice:
- Entre 2003 – 2009, 500.000 solicitudes de información pública al nivel federal
- Creció 12% en el último año
- Más que la mitad solicitadas por personas entre 20 – 39
- 97% emitidas en línea
Varios periodistas han utilizado la ley como herramienta para hacer periodismo de investigación. En 2005 Daniel Lizárraga hizo dos solicitudes pidiendo datos de los gastos de viaje de Sari Bermúdez, la directora de Conaculta y descubrió que ella gastó más que tres millones de pesos en viajes y viáticos en sólo 4 años.
También hay un buscador de todas las solicitudes de información pública que se llama Zoom y al parecer fue diseñado en 1922.
Cuando hacemos una búsqueda sobre “Telmex,” por ejemplo, vemos que hay más que 2,000 respuestas a solicitudes de información pública que se tratan de Telmex. Seguro que entre estos 2,163 documentos hay información interesante que nosotros queremos saber. Pero quien aquí tiene el tiempo para leer más que 2000 documentos que están escritos en un lenguaje que garantizo les va a aburrir después de 10 minutos. Lo peor es que todas las resultas vienen en formatos como PDF, Word, Powerpoint y Excel.
Casi al mismo tiempo que México, Tony Blair del gobierno británico también firmó una ley de acceso a información pública, pero la ley era mucho peor que la de México. De hecho, ni tenían una portada para solicitar información. El proceso es que cada ciudadano tiene que enviar un correo a la agencia que tiene la información que se busca. Y si la agencia no responde, el ciudadano tiene que escribir otro correo a otra agencia para quejarse.
Pero unos activistas que forman parte de MySociety decidieron crear una plataforma que sirve como intermediario entre el ciudadano que hace la solicitud y la agencia que recibe y responde. El sitio se llama WhatDoTheyKnow.com y yo creo que es uno de las mejores cosas en el internet. Yo hice una búsqueda al azar de desnudez.
Como se puede ver, habían 13 solicitudes que incluyen el termino “Nudity.” Cada entrada te explica el estado de la solicitud, te da un extracto para ofrecer dar más información y incluso se puede suscribir para recibir alertas de nuevas solicitudes con el mismo termino.
El sitio te muestra toda la conversación – todo el intercambio – entre la persona que hace la solicitud y la agencia que responde.
Creo que este mes Wikileaks nos ha enseñado que los gobiernos quieren conservar sus secretos y que nosotros tenemos que exigir nuestro derecho a ver la verdad. No sólo es una cuestión de voluntad política pero también de la tecnología y el diseño de los servicios. Si le interesa a alguien construir una plataforma como WhatDoTheyKnow para México por favor háganmelo saber.
David muy interesante el trabajo que vienes realizando con Open Society Foundations,que como ciudadanos podamos acceder a información pública es una responsabilidad de los Gobiernos por lo cual nosotros como ciudadanos debemos exigir para que los procesos puedan ser transparentes.
Un abrazo desde Medellín